Parafraseando a la Dra. Magalys
Ruiz, hablar de competencias es complejo y complejo no es sinónimo de
imposible, es solo que competencias no son elementos aislados, sin significado,
más bien es la integración de elementos.
La Dra. Laura Frade define
competencia, como la capacidad adaptativa, cognitiva y conductual que se
despliega frente a las demandas del entorno, es decir, se tiene que tomar en
cuenta la demanda que existe en el entorno frente a la cual un sujeto debe desplegar
una respuesta compleja que satisface el problema o la necesidad que encuentra,
pensando, sintiendo, valorando y actuando.
El reto para los docentes es
realizar el análisis de la trayectoria de la producción del conocimiento en su
ámbito de desempeño para establecer la problemática actual e identificar las
tendencias futuras, determinando las prioridades de lo que se debe incluir y
qué no, cuando se habla del currículo.
Este planteamiento me parece muy
importante por dos razones, la primera porque nos exige a los docentes a
actualizarnos en nuestra área de conocimiento, investigar en las aplicaciones
de éste y sobre todo que lo que aprenda el estudiante le sea significativo, y
esto le permita dar solución al problema o necesidad que se le presente.
En ocasiones los docentes nos
quedamos en el pasado, por ejemplo, cuando yo estudie en la asignatura de
computación nos enseñaron lo relacionado a los disquete de 3 ½ y 5¼, en la actualidad están obsoletos. Tal vez el ejemplo sea burdo, sin embargo
creo que sí es importante analizar qué debo incluir en cada una de las
asignaturas que imparto, con la finalidad de ayudar al estudiante en el
desarrollo de sus competencias.
La segunda razón es porque no puedo
quedarme en el aquí y ahora, debo ir más allá y visualizar también el futuro. En lo personal no había tomado consciencia de
la importancia de este punto tan crucial, dado que la tecnología avanza a pasos
de gigante, por tanto existe una corresponsabilidad, por mi parte el de
investigar continuamente y al mismo tiempo favorecer en mis estudiantes el
deseo por la investigación y la toma de consciencia en ellos de que el contexto
actual demanda mucho pero en el futuro esta exigencia del contexto se habrá
incrementado exponencialmente.
Retomando lo que mencionaba en
el primer párrafo acerca de la complejidad del tema de competencias aunado con
lo referente a identificar las tendencias futuras para determinar las
prioridades de lo que se debe o no incluir en el currículo, es vital
identificar claramente qué sí es una competencia, y qué no lo es, porque si no
lo hacemos entonces no es posible desarrollarla en los estudiantes. Al leer el artículo “¿Qué no es una
competencia?” de la Dra. Laura Frade me sorprendí, dado que me dí cuenta que
estaba confundiendo las actividades de aprendizaje y los aprendizajes esperados
con la competencia en sí.
Entonces la primer pregunta que
me hice fue, ¿De los miles de profesores que hay en México cuantos estarán en
la misma situación?, y considero que esta confusión es la que no está
permitiendo que el enfoque por competencias se lleve a cabo con eficacia, dado
que sí no entendemos claramente qué es una competencia como podremos
estructurar un currículo basado en competencias, y posteriormente en el aula
cómo diseñar la situación didáctica que permita el desarrollo de la competencia
en los estudiantes. Porque bajo esta
premisa puedo utilizar muchas técnicas didácticas en el aula pero éstas no estarán
estratégicamente estructuradas para favorecer el desarrollo de una competencia porque
aun no he entendido cual es la competencia a desarrollar y solo se quedarán
como actividades aisladas que al finalizar no se integran.
Otro punto relevante como lo
menciona la Dra. Frade en su artículo “La evaluación inicial: quiénes son
nuestros estudiantes y qué saben hacer”, la idea es que desde la primera clase
propongamos cosas interesantes que motiven a nuestros estudiantes a acudir con
gusto a nuestra asignatura. Lo que me
parece muy acertado, puesto que me hizo recordar a mis profesores y pensar que
cuando el docente creaba un ambiente de interés tenía deseos de asistir a clases
y aprender lo más posible, y esto también les ocurre a mis estudiantes. Como nos dice la Dra. Laura Frade las novedades
generan interés, el interés motivación y la motivación el uso del conocimiento
en la resolución de problemas; no se debe olvidar que en las competencias
existe una parte conductual y los docentes influimos en la motivación
extrínseca de nuestros estudiantes para que posteriormente sea la motivación
intrínseca la que los ayude a continuar en su camino de aprender a aprender.
Referencias
Frade, L. (2009) Calidad Educativa Consultores S.C. Artículos
La base del ser competente y la definición de competencias
¿Qué no es una competencia?
La evaluación inicial: quiénes son nuestros estudiantes y qué saben hacer
Ruiz,
M. Herramientas metodológicas en la formación basada en competencias. Videos(9)
Con el gusto de estar escuchando una conferencia en zoom.
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